Papá, eres muy importante y valioso

Papá, eres muy importante y valioso

                                                 Andrés de González Argüelles

Enseñarás a volar,
pero no volarán tu vuelo.

Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.

Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.

Sin embargo…
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado.

                Teresa De Calcuta

 

   Muchas personas siguen creyendo que el campo de la tanatología se reduce al acompañamiento a personas a quienes se les ha muerto un familiar, un amigo, un ser querido. Así empezó la tanatología, además de acompañar a los moribundos a través de un  trato amable, amoroso y comprensivo.

   Hoy decimos los tanatólogos: “hay que aprender a vivir para bien morir” , en efecto, para tener una muerte en paz y con una actitud de aceptación para dejar esta tierra y aventurarse al “más allá” , es necesario vivir plenamente sin estar cargando con ese pasado  triste, o con culpa  o resentimiento; también debemos dejar de vivir angustiados y preocupados, lleno de estrés por el futuro .

   Por esa razón, vamos a tratar en este comentario algunos aspectos de la vida en plenitud de un padre de familia, al que sí se le va a extrañar cuando muera, pero los hijos podrán contar con el  más grande  legado amoroso: la capacidad de enfrentar con eficacia,  los retos que se les vayan presentando durante su vida.

   Papá está llamado a ser un líder en la familia, papel que no siempre asume, y deja toda la carga a mamá, quien generalmente hace su trabajo muy bien , con un gran esfuerzo , pero viéndose en la necesidad de convivir mucho menos tiempo con los hijos por la imperiosa necesidad de trabajar, muchas veces a marchas forzadas y con horarios que le van a impedir la convivencia necesaria en cantidad y calidad con los hijos.

   Se afirma correctamente que la familia es uno de los factores de protección más eficientes para que los hijos se formen, y se eduquen de tal manera, que vayan ganando en seguridad, confianza, fortaleza y carácter.

   En la familia, hay dos pilares fundamentales: papá y mamá, quienes sostienen y promueven el hoga. Los dos son igualmente importantes y necesarios, pero en esta ocasión nos enfocaremos en señalar las aportaciones que da un buen padre a la familia, especialmente a los hijos.

   Debemos señalar antes de abordar el tema que nos ocupa, lo siguiente: aunque se hayan cometido muchos errores en el matrimonio, y éstos han afectado en su carácter y área emocional a los hijos, y también a papá y mamá, es posible corregir el rumbo, restaurar el matrimonio, siempre hay esperanza de un cambio radical que permita al amor, la concordia y la paz, reinar en el ambiente familiar.

   Papá, es el modelo hombre/varón para los hijos e hijas , y como tal, indispensable en la formación de la identidad de los hijos, de cada uno de ellos

   Un papá amoroso, protector y guía, junto con la esposa, se constituyen en un factor de protección de excelencia para la familia, dando un mensaje de paz, concordia, verdad y buen “gobierno” en casa.

   Un buen padre que se ha despojado de esa cultura machista, tan arraigada en la sociedad mexicana y en otros países, ejercerá un liderazgo sin manipulación, amenazas ni chantaje, en un ambiente de libertad con responsabilidad, implementando junto con la esposa firmeza en cuanto a reglas, límites y consecuencias a los hijos se refiere, pero sin dejar de crear un ambiente permanente de amor y ternura..

   Un papá presente y participativo, favorecerá:

   Hijos más seguros, más asertivos, con mayor desarrollo de su inteligencia, hábiles en sus relaciones sociales y más capaces para el autodominio o autocontrol de sus emociones ( inteligencia emocional)

   El papá “moderno” , o papá que ejerce la paternidad de manera eficaz, es aquél que no se limita a su papel de procreador (“semental”), y proveedor. Más bien, la paternidad efectiva es aquélla que se manifiesta en diversas actividades y un trabajo en equipo con la madre para promover y consolidar la familia, tales como:

La Procreación 

La Crianza y educación de los hijos

La Formación del carácter de los retoños

Favorecer la autoestima y otras habilidades sociales

 

El buen padre

   No es un dictador

   No maltrata

   No subyuga

   Promueve la afectividad y la negociación

   Es empático, tierno y comprensivo

   Practica la firmeza y la ternura

   Pone límites, reglas y consecuencias de no cumplirlos

   Sabe intervenir en conflictos

 

Practica un modelo de autoridad de tal forma que es:

   Servicial

   Asertivo

   Trabajador

   Buen comunicador

   Da buen testimonio

   Ama y es fiel a la esposa

 

   Ahora bien, si papá o mamá faltan, o son periféricos ( es decir, que presentan un papel muy secundario en la familia nuclear) se crean las condiciones para que los hijos no aprendan a tratar al sexo opuesto y pueden tener  serias dificultades a lo largo de su vida; muy probablemente van a ser hijos inseguros de sí mismos y con baja autoestima; probablemente no van a destacar escolarmente; tendrán frecuentes o permanentes dificultades en sus relaciones humanas; incursionarán en conductas de riesgo tales como son el consumo de  alcohol, drogas, pornografía, etc.

   Solo aquéllos hijos resilientes saldrán adelante, es decir, aquéllos que desarrollen la  capacidad para sobreponerse a períodos de dolor emocional, de traumas y falta de una paternidad y maternidad efectiva.

   Otra forma de entender la resiliencia es la siguiente: se trata de personas que desarrollan  la capacidad para superar y sacar lo mejor de sí mismas en las situaciones de adversidad en la vida. Un ejemplo muy conocido (que es del dominio público) de persona resiliente es el que se nos relata en la película “En busca de la felicidad” con Will Smith., en donde el personaje que representa Will S. vence las adversidades y situaciones verdaderamente extremas, y logra la excelencia en el ámbito humano y profesional.

   Probablemente muchas personas hemos fallado o cometido errores más o menos graves al ejercer ( o no ejercer)  la paternidad, pero no es el fin, se puede corregir el rumbo, mejorar, crecer  y asumir un liderazgo positivo. Enseñemos a nuestros hijos a ser buenos padres y el valor de la familia.

 

        Mi padre me dió el mayor regalo que cualquier persona

        podría darle a otra persona: creía en mí ( Jim Valvano,                           entrenador de baloncesto en EUA)