Un nuevo comienzo, para ser más feliz.
(Año nuevo, vida nueva.)
Que tan feliz soy? Que tan triste me siento?
No podemos alcanzar la felicidad absoluta o ser siempre felices
Pero si podemos ser cada día más felices
Lo primero es analizar por qué no soy feliz?
1.- No puedo ser feliz si no cierro círculos, si vivo en el pasado
Si trato de revivir mi pasado para cambiarlo, pues es imposible, entonces me lleno de tristeza,
rabia, culpa, resentimiento y odio. Estoy raspando mi herida cada vez que de manera fantástica
me digo: y si no hubiera hecho esto, y si mejor hubiera hecho lo otro, y vuelvo a fantasear imaginándome como sería mi vida si tales o cuales cosas no hubieran sucedido.
De esta manera mi herida o mis heridas, en vez de cicatrizar para sanar, siguen abiertas o incluso, las hago más grandes y perpetúo el dolor, que ahora se convierte en sufrimiento crónico.
Y todo esto me puede llevar a una depresión.
2.- No puedo ser feliz si continúo en una actitud de víctima, buscando inconscientemente que los demás me sobreprotejan, que se enganchen con mi crítica y juicio a la persona o personas que me dañaron o con mi destino fatal. Parece que me sintiera bien si estoy en la boca de las personas que dicen: “pobrecito, pobrecita, mira que mal le va, que mal lo tratan, que rudo le juega la vida, le cayó la maldición, necesita una buena barrida o limpia”.
3.- No puedo ser más feliz si vivo en el futuro. Siempre preocupado, angustiado y con miedo de lo que va a suceder, imaginándome siempre lo peor , que algo malo tiene que suceder, que una situación desastrosa vendrá a mi vida, y así imagino todo tipo de calamidades, enfermedades, y eventos traumáticos de los cuales seré yo víctima o mis familiares
4.- No podré ser feliz ni más feliz si no perdono a los que me dañaron. Muy probablemente no merecen mi perdón, pero yo soy el que necesito perdonar para liberarme de la carga y andar ligerito, feliz sin resentimiento.
Tips y estrategias para este nuevo año.
( aunque esto lo puedo aplicar en cualquier momento del año)
1.- Identificar que me entristece
2.- Saber si estoy en duelo por una pérdida
Con el objetivo de cerrar círculos, darle la vuelta a la hoja y seguir viviendo con plenitud
3.- Perdona al que te ofendió, aunque no se lo merezca, el perdón te beneficia a ti.
4.- Deja de hacerte o presentarte ante todo el mundo como la víctima, como el ofendido, como el “probrecito”.
5.- Vive en el presente como los niños, sin el agobio y la carga del pasado, y sin el miedo a lo que va a suceder. Claro que puedes ser previsor y contar con un seguro médico, de gastos funerarios, cuidar tu salud y alimentación , ahorrar, etc. Es decir, en vez de preocuparte y angustiarte, ocúpate de tus cosas.
Disfruta cada momento de tu vida, vive el día de hoy como si fuera el último de tu vida.
Ahora bien, ponerme en acción para sanar el duelo por esa gran pérdida para mi implica à
Cerrar el círculo ( avanzar en el duelo) a través de los 6 grandes tareas o retos
1.- ACEPTAR.- Reconocer la realidad de la pérdida. Es algo inevitable, ya sucedió, no lo puedo cambiar.
2.- SENTIMIENTOS Y EMOCIONES Abrirse al dolor- permitirse sentir todo ese dolor, mirarlo, abrazarlo, expresarlo, no esconderlo o reprimirlo.
Compartir mi dolor, no para sentirme víctima y dar lástima, sino para recibir consuelo, misericordia y sanidad en el encuentro amoroso con el que me ama.
3.- Aprender a vivir sin esa persona o cosa, adaptarme a la nueva realidad
Revisar nuestro mundo de significados- La pérdida mina, debilita, cambia creencias y suposiciones que son pilares de tu filosofía de vida
4.- Reconstruir/Deconstruir la relación con lo que se ha perdido. Anclarme y recordad solo lo hermoso y simpático de la relación
5.- Reinventarnos a nosotros mismos, encontrar de nuevo sentido o propósito a nuestra vida
6.- Volver a Dios, al amor
Otra estrategia efectivísima consiste en perdonar a los que me hirieron
Es muy bueno perdonar porque me libero de una carga tremenda, es decir, el principal beneficiado o beneficiada de perdonar, soy yo.
Aunque el otro no merece en muchos casos ser perdonado, pero a mí me conviene perdonarlo para mi salud mental, emocional y espiritual, porque dejo de cargar ese costal muy pesado lleno de coraje, odio, resentimiento, culpa, antipatía, vergüenza, miedo. Me libero de una carga y puedo volver a ser feliz.
Psic. y tanatólogo Andrés de González Argüelles
0 Comentarios